Modernidad, ¿fenómeno de progreso?

La modernidad es un proceso imparable. Su gran auge y masificación global sorprenden.

Hoy en día, la modernidad es considerada prácticamente una meta. La gran mayoría de los países (por no decir "todos" los países) buscan alcanzarla. Se cree que quien logre la modernidad, "entra al juego".

La modernidad en sí, posee muchos elementos positivos; se aprecia que los países modernos alcanzan niveles de producción y relación social muy altos y óptimos, su desarrollo científico y tecnológico está a tope, la calidad de vida y el día a día son amenos.

Sin embargo, ¿será la modernidad la verdadera meta? Quizás esta pregunta muy pocas naciones se la ha formulado. Es probable que, debido al fuerte deseo de muchos sectores del mundo de alcanzar la modernidad a como dé lugar, no se percatan o no piensan en su propia gente, en su pueblo, en los verdaderos deseos de su nación y en el camino hacia el cual se dirige la identidad personal como país. ¿A qué se refiere esto? Pues es simple. Tomaremos el ejemplo de algunos países de Oriente. Su cultura es muy distinta al resto, tienen un sistema de reglas y normas propias, valoran a la tercera edad de forma realmente sorprendente, tienen costumbres distintas. ¿Serán estos países modernos? Hay mucho índice de pobreza en estos países (hacia el 2003, China ocupaba el lugar 26 de los países más pobres del mundo). Sin embargo, poseen una identidad tan fuerte, y tan apegada a sus creencias, que quizás estos países "en vía de desarrollo" alcanzaron algo distinto a la modernidad, pero que los une y los fortalece tanto como ésta.

De ahí que surge la interrogante antes planteada. Quizás y estamos ciegos a permanecer en competencia. Quizás y porque nuestro vecino es moderno, nosotros también debemos serlo. Probablemente lo logremos algún día, y seamos tan industrializados y tan mecánicos como Estados Unidos, Francia y gran parte de Europa. Quizás y dejemos de ser libres para ser productivos para el país. A lo mejor, logramos un auge científico tan grande que todos nos veremos en la obligación de dominar ciertos conocimientos científicos aplicados a la industria, a la computación, etc. Y mientras vivimos "estresados", pero satisfechos de ser una nación más "en competencia", China estará con su propio sistema, que si bien no es perfecto (pues la perfección es un fenómeno inalcanzable por el ser humano), logran cosas similares e incluso mucho más fuertes: oran juntos, respetan a su familia, van a lugares públicos a ciertas horas... son una nación unida, y que día a día agradecen por un nuevo amanecer y son felices...

Bueno, ahí entraría en juego otro tema distinto, la felicidad, el cual no abordaré, pues considero que la felicidad como tal es subjetiva, y que lo único concreto son "momentos felices".

Planteo esta interrogante, porque no me explico por qué queremos ser siempre iguales al resto. Pienso que a veces, las cosas que no vemos tienen algo que decir. Es tan simple como ir caminando un día y dedicarse a ver la naturaleza, las aves, o un simple perro que menea la cola. La modernidad no piensa en esto, sólo quiere que seamos y pensemos igual al resto. Quiere que seamos "mejores". Y eso es lo que cuestiono. ¿Realmente significará eso, ser mejores?


                                                                                            By Ricardo Solís.

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